🍼La Lactancia ¿Lo quieres intentar?

Ser mamá primeriza y enfrentarse al proceso de la lactancia puede ser una mezcla de emociones: desde la ilusión de nutrir a tu bebé hasta los retos que trae consigo. La lactancia es un proceso hermoso que ofrece beneficios increíbles tanto para el bebé como para la mamá, pero no siempre es posible.

Las decisiones de cada madre

Es importante entender que no todas las madres optan por amamantar, y eso también es válido. Hay muchas razones por las que algunas mamás deciden no hacerlo: desde dificultades médicas, falta de apoyo o simplemente porque prefieren otra opción, como la alimentación con fórmula. Lo más importante es que la decisión que tome cada madre esté informada y sea lo mejor para ella y su bebé. En lugar de juzgar, es fundamental apoyar a cada mamá en su elección.

La lactancia no está exenta de desafíos. Algunas madres experimentan dolor, dificultades para que el bebé se agarre correctamente, o problemas con la producción de leche. Esto puede hacer que la experiencia no siempre sea tan placentera como se espera, pero con la información adecuada y el apoyo necesario, muchas madres logran superar estos obstáculos​.

Para quienes deciden intentarlo La leche materna es el alimento perfecto: está compuesta por los nutrientes exactos que el bebé necesita para su desarrollo durante los primeros meses de vida, y su composición varía según las necesidades del bebé. Por ejemplo, la primera leche, conocida como calostro, es rica en proteínas y anticuerpos que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico del bebé. Hay mucha información disponible donde puedes informarte; libros del pediatra español Carlos González, OMS, etc. Algunos Consejos 1. Encuentra una posición cómoda Es clave encontrar una posición en la que tanto tú como tu bebé estén cómodos. Puedes probar diferentes posiciones: sentada, acostada o usando cojines especiales de lactancia que te ayuden a sostener al bebé. El agarre adecuado es fundamental para evitar molestias. Si sientes dolor en los pezones, es probable que el bebé no esté bien colocado.

2. Pide apoyo desde el principio

Durante los primeros días, es normal sentir dudas sobre si el bebé está tomando suficiente leche o si lo estás haciendo bien. No dudes en pedir ayuda. En muchos hospitales, hay consultoras de lactancia que te pueden guiar y ofrecerte consejos sobre cómo posicionar al bebé y cómo saber si está alimentándose correctamente.
En mi caso fue lo que hice, al mes debí pedir ayuda a una asesora de lactancia porque mi hijo, por haber pasado por una incubadora luego con pocos minutos de vida, no tuvo muchas chances de tener acceso a mi leche, así es que partió con leche de fórmula por casi un mes...luego después de un proceso con mangueritas y todo lo demás, recuperamos la lactancia (hasta el día de hoy😜). Dejo algunas cuentas que me ayudaron en ese proceso: mi preferida y asesora personal: Paola Peirano @matrona_especialista_lactancia,   @marlylactancia,  @micha.lactancia.

3. Confía en tu cuerpo
Tu cuerpo está diseñado para producir la cantidad de leche que tu bebé necesita. En los primeros días, es normal que la leche se demore en llegar (después del calostro). Evita la ansiedad de pensar que no tienes suficiente leche. Mientras más amamantes, más producirás.

4. Amamanta a demanda
Olvídate del reloj al principio. Los recién nacidos necesitan comer frecuentemente, entre 8 a 12 veces al día, y eso está bien. Esto también ayuda a estimular la producción de leche.

5. Cuida tus pezones
Un poco de tu propia leche materna puede aliviar los pezones doloridos. También es importante dejar que tus pezones se aireen y evitar el uso de jabones fuertes en esa área.

6. Mantén una buena hidratación y alimentación
Beber suficiente agua y tener una dieta equilibrada es clave para mantener la producción de leche. Es importante escuchar a tu cuerpo y comer lo que necesites para sentirte bien.

7. Duerme cuando el bebé duerma
Aunque puede sonar difícil, tratar de descansar mientras el bebé duerme te ayudará a recuperar energía y a mantenerte mejor físicamente para afrontar los desafíos de la lactancia.

8. No te sientas culpable si decides no amamantar
Algunas madres pueden sentir presión para amamantar, pero es importante recordar que no hay una sola forma de ser una buena madre. Si decides no hacerlo o si la lactancia no es una opción para ti, la fórmula también es una alternativa segura y tu bebé seguirá recibiendo lo que necesita para crecer sano

¡Te va a ir bien en el camino que tomes!

Confía en tí.